TIPOS DE DERRAME PLEURAL


Entre los trastornos pleurales más comunes que se suelen manifestar se encuentra el denominado derrame pleural, el cual viene dado por un exceso de líquido en la membrana que constituye la pleura y que, para sorpresa de muchos, puede ser de dos tipos. A continuación, hablaremos acerca de los tipos de derrame pleural y las particularidades que involucra cada uno de ellos.

Tipos de derrame pleural

Técnicamente, existen dos tipos de derrame pleural que pueden aparecer por causa de distintos factores, y estos son el derrame pleural transudativo y el derrame pleural exudativo.

  • Derrame pleural transmutativo: consiste en un trastorno de la pleura, ocasionado por la infiltración de una cantidad considerable de líquido en el espacio pleural, como consecuencia de una presión elevada de los vasos sanguíneos o por causa de un déficit notable de proteínas en la sangre. Usualmente, este tipo de derrame tiende a surgir en personas que padecen insuficiencia cardíaca.
  • Derrame pleural exudativo: a diferencia del anterior, este tipo de derrame es ocasionado por un bloqueo de los vasos sanguíneos o vasos linfáticos, aunque también puede manifestarse ante la presencia de tumores, infecciones o daños en los pulmones.

Cómo detectar los tipos de derrame pleural

Para saber si se padece o no este trastorno y a cuál de los tipos de derrame pleural se enfrenta, es indispensable que acuda a su proveedor de atención médica y consulta con él la posible tenencia de los síntomas respectivos. Él realizará la evaluación pertinente y procederá a indicar el debido diagnóstico según sea el caso.

Para detectar el tipo de derrame pleural, el médico especialista podrá hacer, entre otras cosas, una radiografía del tórax o un análisis de líquido pleural, para lo cual tomará una muestra del mismo con una aguja que ha de insertar en la zona de las costillas.

En algunos casos, puede que se requiera de un ultrasonido de corazón o ecocardiografía para detectar señales de insuficiencia cardíaca, o una biopsia de pulmón para descubrir si existe un cáncer.

Asimismo, pueden estudiarse las vías respiratorias a través de una broncoscopia, en los casos en los que se padezca cáncer o problemas en las vías aéreas.